Con ojos aymaras. Los Rebeldes: de kullawa a moreno

Félix Layme Pairumani

En la vida hay que justificar nuestra presencia. Para los comunitarios es mejor hacerlo en conjunto que individualmente.  La mayoría de las iniciativas andinas están basadas en el modelo comunitario. Una de ellas es la creación del conjunto de cullaguas “Los Rebeldes” de La Paz. Ahora pretendemos rescatar y recordar algunos hechos del folclore y la sociedad aymara citadina.

 

Dicho conjunto de danza folclórica, lo fundaron los jóvenes Moisés Ibáñez, Antonio Cortez, Mario Callizaya, Max Poma, Armando Gutiérrez, Freddy Villarreal y Lucy Gutiérrez, en Laja en diciembre de 1970. Para 1971 se presentaron bailando kullawa en el Gran Poder, dando honor a su nombre “los rebeldes”. Ataviados de hermosas vestimentas, completamente extraños, los pantalones con la efigie del Che Guevara y de bota ancha, con los sombreros colgados en la cintura, con los cabellos largos, sueltos y caídos sobre los hombros, agitando espectacularmente su cabeza y cabellos, cantando: “Ustedes preguntarán /quienes somos los rebeldes… /ustedes preguntarán /quienes somos los rebeldes, /extraños del pelo largo /y bailamos cullaguada… /extraños del pelo largo /y bailamos con Marisma.  /Wiska, wiska les daremos /wasca, wasca a los demás… /wiska, wiska les daremos /bailando cullaguada…” Bailaron así hasta 1976.

 

¿De dónde han encontrado la idea de “los rebeldes”? Ésta es la disyuntiva. En esa época el imperio hacía una aplastante guerra contra Vietnam (1965-1968). A su vez Cuba, una pequeña isla, estaba siendo hostilizada constantemente y por ese hecho Castro y el Che Guevara eran personajes centrales de la atención mundial.

 

El modelo de rebeldía y la melena fue tomado de Ernesto Che Guevara. En Bolivia el Gral. Barrientos perseguía sañudamente a los guerrilleros en Valle Grande. Los militares, a las órdenes de su capitán general, acechaban de cerca a los guerrilleros del Che Guevara. Lo de rebeldes, se ve claramente, que fue para rechazar el asesinato del guerrillero Che Guevara en Ñancahuazú. Además la izquierda era considerada como sinónimo de rebeldía. Esta posesión, en aquel entonces, guardaba y encerraba una misteriosa promesa.

 

Es cuando algunos jóvenes aymaras citadinos, en plena dictadura de Banzer, tomaron los símbolos de la libertad y asumieron la rebeldía, como forma de defensa y la búsqueda de la reivindicación cultural. Es cuando a través de uno de las artes más vivas, la danza, se presentaron bailando la kullawa estilizada con el nombre de “Los Rebeldes”.

 

“Los Rebeldes”, después de la innovación de 1972, habían bailando varias danzas en las entradas folclóricas del Gran Poder.  De 1977 a 1979 bailaron la danza de los incas. En los años 1980 a 1982 el Tinku. De 1983 a 1984 se habían presentado con el Yureño.  De 1985 a 1991 con la de Achachis Morenos. Y, finalmente, como todo es cíclico, los rebeldes a partir de 1992 habían empezado a bailar y cantar con seguridad: “si quieres bailar morenada, tienes que tener platita…”. Por varias razones, primero porque la democracia había vuelto hace rato. Segundo, si bien fundaron “Los Rebeldes” siendo jóvenes, el tiempo no había pasado en vano, muchos habían alcanzado edad y prosperidad. Tercero, entonces estaba empezando el auge de la danza de los morenos. Una danza espectacular y de mayor prestigio, que se necesitaba dinero para bailar.  Los “Verdaderos Rebeldes extraños de pelo largo”, de cullaguada decidieron convertirse en la danza de los morenos. Ahora de aquí en adelante hay otra historia por develar.