El pukina: la lengua madre

Entre el sur de Lima, norte de Chile y Argentina, Samaipata, parte del Beni, San Martin del Perú y vuelta hasta Lima, existieron varias culturas regionales, pero en esos tiempos antiguos, quizás en el área, dominaban los pukinas. En más de dos documentos coloniales, Tiquipaya y Sacaca siglo XVI, y otros recogen una serie de nombres de mujeres como: Cayuma, Taquima, Sucama, Satama, Chinoma, Cocama, etc. probablemente sean pukinas.

 

Hay interés por saber sobre el pukina y el origen de las lenguas jaqaru y runasimi. Los incas hablaban dos o hasta tres lenguas. Existe la tradición multilingüe en los indígenas andinos. Los chipayas son poliglotas, los kallawayas también lo eran. Dicen que los incas hablaban una lengua secreta ¿Cuál fue esa lengua? Sin duda el pukina. Y si esa lengua era secreta ¿cuál fue la lengua franca? ¿Cuál era la lengua oficial de los incas? Con seguridad el jaqaru (del cual proviene el aymara). Para que después de la administración de una decena de incas, Huayna Capac, como dice Fray Martín Murúa, mandara que se hablase el runasimi en toda la tierra del imperio, convirtiéndolo al quechua en lengua general del imperio inca.

 

El dominio Wari fue 700 a. C. a 1.100 d. C., su idioma oficial fue el jaqaru. El tiempo transcurrido es bastante considerable para que el imperio Wari defina las toponimias jaqarus al norte del Titicaca y por toda la sierra hasta Ecuador. Tiwanaku floreció, según Escalante, entre 1.500 a. C. a 1.200 d. C. En dos o tres de sus cinco periodos, la lengua franca de Tiwanaku, fue jaqaru. Tiwanaku en sus periodos III, IV y V fue asentando los nombres de lugares del jaqaru hasta el norte de Argentina. Claro que bajo este panorama, desde el sur de Lima hasta Catamarca, tras lucen aún algunas toponimias pukinas. Sin embargo existe una abundante toponimia jaqaru de Catamarca a Cajamarca y hoy fácilmente se entiende solo en la lengua heredera aymara.

 

En Tiwanaku, en sus I y II periodos, sin duda se hablaba la lengua pukina, pero después, en la III, IV y V etapa, se hablaba la lengua jaqaru y hasta quizá el runasimi. Es decir Tiwanaku expansivo fue con la alianza pukina-jaqaru. Los pukinas eran conservadores en cambio los jaqarus eran más al contrario. Eso explica la predominante toponimia en lugares como Catamarca, Humahuaca y norte de Chile. Las lenguas tenían su ciclo. Mientras una lengua declinaba por su apego a la antigua, la otra se desarrollaba rápido. El poder y prestigio de una lengua siempre fue por las políticas que emprendían sus hablantes. Tuvo que ver mucho con el sistema de intercambio de la producción. Hasta hoy las ferias les encantan a los andinos, es su centro de dinámica de recursos, social, cultural y político.

 

El Pukina se expandió después 20.000 años, si se toma en cuenta la fecha de Lumbreras. Luego el jaqaru se fue a la sierra y el runasimi se quedó en el valle de Chincha que está junto a Paracas. Fue cultivado libremente, por mucho tiempo, hasta que Huayn Capac decide hacerla lengua general del imperio Inka.

 

La lengua madre del jaqaru y runasimi con seguridad fue el pukina. Existen muchas evidencias para decir esto. Reitero las toponimias son contundentes. Una pregunta etnológica bastará para darse cuenta: ¿Los hablantes de las lenguas pukina, jaqaru y runasimi fueron etnias distintas? Sin duda que no. Son los mismos pueblos que, por su diversidad geográfica y tiempo transcurrido, se fueron distanciado y generando otras lenguas. Las variantes dialectales son el origen de las nuevas lenguas, sin embargo la cultura, aún es casi la misma, responden a una misma tipología lingüística cultural.